jueves, 29 de octubre de 2009

Salmos 119 RESH (Parte 79)

“Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos. Muchas son tus misericordias, oh Señor; vivifícame conforme a tus juicios.” Salmos 119:155-156

Como hemos visto todo el salmo 119 gira en torno “guardar Su palabra” y todos sus beneficios. Estos pasajes no son la excepción. Y nos muestran bien claro el peligro de apartarse de buscar Su Palabra.

Su palabra siempre está cercana a nosotros, siempre está accesible a cada uno de nosotros, pero por el simple hecho de no creer en ella, nos alejamos de la Salvación que ella contiene.

Es tan simple pero tan simple que el hombre no cree que pueda encontrar en la Biblia su salvación. El hombre le gusta complicarse la vida, le gusta hacer rituales para encontrar de la manera difícil su salvación. Pero no la encuentra, no hay en toda la tierra ni en toda la historia de la humanidad un ritual que salve tu vida. Pero al hombre le encanta andar buscando “caminos” para llegar al cielo o a la eternidad.

Y se encuentra tan cerca como una Biblia, leerla y creerla. Es por eso que el autor de este salmo comenta que “la salvación está lejos de los impíos”, por el hecho de no buscar Su palabra.

Por otro lado todos aquellos que buscan en Su Palabra, lo primero que dicen es “grande y abundante es tu misericordia”, sólo porque nos damos cuenta que sin ella simplemente no podemos vivir, la misericordia de Dios alcanza a todos, es por su misericordia que seguimos vivos y de pie.

Dice la misma Biblia que sus misericordias son nuevas cada mañana. Misericordia quiere decir no recibir lo que por nuestros malos actos merecemos. Sin ella ningún hombre estaría de pie. Es Su misericordia la que nos mantiene vivos todos los días de nuestra vida.

La Biblia contiene la vida que necesitamos para alcanzar la salvación. Leerla y estudiarla nos lleva al camino de salvación. En ella se encuentra la vida y no está escondida, está al alcance de todos.

Armando Carrasco Z

martes, 20 de octubre de 2009

Salmos 119 Resh (Parte 78)

“Mira mi aflicción y líbrame, porque de tu ley no me he olvidado. Defiende mi causa, y redímeme; Vivifícame con tu palabra.” Salmos 119:153-154

La Biblia enseña que si pones en práctica sus enseñanzas te irá bien en tu vida. Y muchos decidimos hacerlo así. Por lo que empezamos a guardar Su palabra pero sucede después de un tiempo que nos damos cuenta que aún cuando estamos haciendo lo correcto, vienen a nuestra vida momentos de angustia y situaciones de conflicto.

Es entonces cuando estudiamos en la misma Biblia que también nos habla de situaciones en nuestra vida que van a ponernos en circunstancias difíciles por varias razones.

Y es en esos momentos cuando le hablamos a Dios pidiéndole ayuda sabiendo que nos hemos esforzado por guardar Su Palabra, que lo que estamos recibiendo no es una consecuencia de algún acto ilícito en nuestra vida, sino que es una circusntancia adversa, que por las razones que sean ha llegado a nuestra vida y nos ha puesto en una zona de adversidad y angustia.

Por eso es que libremente el autor del salmos dice: “Defiende mi causa” porque él sabía que lo que estaba pasando no era resultado de sus malas acciones sino un ataque directo en su contra por lo que pide la ayuda divina para defender su causa.

Y no solo eso sino que le pide que le de vida de acuerdo a las promesas que Dios le había hecho. En otra versión dice así: “…dame vida conforme a tu promesa” Dios le había hablado al autor y ahora que estaba pasando por una situación extrema le solicita a Dios que sea llenado de vida conforme a la promesa que Dios le había hecho.

A veces, lo único que nos queda para vivir es una promesa de Dios para nuestras vidas. Hay momentos en los que se agotan todos los recursos y todas las posibiliades y solo nos queda en el corazón una promesa de Dios para nosotros. Y esa promesa es la que nos da esperanza y nos da vida.

Ahora bien, ¿Cómo y cuando recibimos promesas de Dios? Bueno hay muchas formas pero hay dos muy comunes que deberíamos buscar; una de ellas es orando y la otra es leyendo, cuando Dios nos revela sus promesas para nuestras vidas. Es en esos momentos en los que Dios se muestra a nosotros y nos da una promesa.

Es por eso que leer la Biblia es imprtantísimo porque muchas veces es allí donde Dios te va a equipar con promesas para tu vida. Y creéme que todos pasamos situaciones por las que debríamos siempre tener una promesa que nos mantenga con vida y esperanza.

Armando Carrasco Z

lunes, 12 de octubre de 2009

Salmos 119 Cof (parte 77)

“Cercano estás tú. Oh Señor, y todos tus mandamientos son verdad. Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, que para siempre los has establecido.” Salmos 119:151-152

Creo que uno de los errores de percepción más grandes de la humanidad es creer que Dios está lejos. Todos, o casi todos, tenemos la idea falsa de que Dios se encuentra muy muy lejos de nosotros, más allá de las galaxias mas lejanas.

La mayoría de los hombres y mujeres no sólo creen que Dios está lejos sino también muy ocupado. Que no tiene tiempo para la humanidad ni mucho menos para alguien en particular.

Pero la Biblia dice todo lo contrario, que Dios está cerca de nosotros y muy al pendiente de lo que nos sucede. El no solo está cerca, el QUIERE estar cerca de ti. Y hace hasta lo imposible porque tú lo sepas. El problema es que no le creemos lo cerca que está y lo mucho de interés que tiene por cada uno de nosotros.

El hombre es el que quiere a Dios lejos, que no se meta en su vida, ese es el verdadero problema. Cuando empezamos a leer y estudiar la Biblia podemos llegara tener una mejor percepción de la cercanía de Dios. Cuando leemos la Biblia nos damos cuenta que todo lo que dice en ella es verdad. Que lo creas o no, es otro asunto.

Dios está tan al pendiente de nosotros que nos dejó un manual de operaciones para que nos vaya bien en la vida, porque la Biblia no es otra cosa si no eso, un instructivo para la vida, pero ni siquiera la leemos y lo peor es que cuando por alguna razón llegamos a leerla o visitamos algún lugar donde la estudian… no le creemos. Insistimos en creer que Dios está lejos y que no le interesamos.

Dios ha cumplido su parte. Dios está cerca y nos lo dice. Ya de ti depende si le crees.
Dios le ha dedicado de Su tiempo a escribir todo un manual de vida. Ya depende de ti se le crees.

El tiempo es un buen sazonador del entendimiento, los años que se van acumulando leyendo Su palabra hacen que entendemos mejor las cosas de Dios y que las vayamos corroborando por nosotros mismos. No es lo mismo que alguien platique de sus experiencias a que nosotros las experimentemos en carne propia.

Cada día que pasa, cada mes que pasa y por supuesto cada año que pasa se van acumulando anécdotas de las veces que se cumple la Palabra de Dios en nosotros. Por eso te insisto que no dejes pasar mas tiempo y que te conviertas en un asiduo lector de la Biblia.

Armando Carrasco Z.