lunes, 24 de mayo de 2010

Terapia “Meditación”

Esta terapia es básica, está basada en Salmos 1:2-3 que dice: “sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!” (NVI)

Concepto central: Aprender a prosperar por meditar en Su Palabra.

Beneficios: Encontrar la manera de que nuestros proyectos alcancen el éxito.

Primer movimiento: Escoge un versículo o pasaje de la Biblia. De preferencia que sea algo concreto.

Segundo movimiento: Memoriza el versículo o pasaje que escogiste. Y repásalo en la mañana, al medio día y en la noche antes de dormir.

Hazte preguntas sobre lo que lees. Preguntas como: ¿Está escrito en presente? ¿Creo lo que dice? ¿Tiene fecha de caducidad? ¿Cuántas enseñanzas tiene?

Tercer movimiento: Hazte otra pregunta: ¿Cómo puedo aplicar esto a mi vida?

La meditación es una arma poderosa para alcanzar éxito en nuestros proyectos; meditar en La Palabra hace que se vaya arraigando en nosotros de tal manera que va formando parte de nosotros y la vida de La Palabra empieza a actuar en nosotros.

Ejemplo:

1. Seleccionamos el versículo Juan 6:27 “Trabajad, no por la comida que perece sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre”
2. Pregúntate a qué se refiere, ¿habla de ser flojo? ¿De qué comida habla? ¿Cómo podemos accesar a esa comida? ¿Es una comida que sólo Jesús puede dar?
3. Bueno de ahora en adelante decido buscar aquella comida que proviene de Dios, concluyo que la misma Biblia es alimento sano para mi vida. Así que decido aplicar en mi vida diaria leer y estudiar la Biblia, buscando aquellas palabras que me dan vida.

Meditar es una de las armas fundamentales para que nuestros proyectos tengan éxito.

Armando Carrasco Z

lunes, 17 de mayo de 2010

Terapia “Permaneciendo”

Esta terapia es básica, está basada en Juan 15:7 que dice: “Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.” (NVI)

Concepto central: Aprender a permanecer en Su Palabra logra que lo que le pidamos nos sea concedido.

Beneficios: Encontrar la manera de orar con respuesta.

Primer movimiento:
Medita todo el contexto de este pasaje. Lee Juan 15:1-8

Segundo movimiento: Hazte las siguientes preguntas:

¿Cómo puedo permanecer en Cristo?

El primer paso es creer que Jesús vino a cumplir la misión de reconciliar al hombre con Dios. Lo único que tienes que hacer es confesarlo, decirle con tus propias palabras que has creído en Él. Eso es todo, así de fácil. El no pide otra cosa mas que le creas.

Y ¿Cómo pueden permanecer Sus palabras en mí?

Esto es importante; porque muchas, pero muchas de muchas, cuando oyen la palabra de Dios lo único que hacen es tomarlas como algo místico. Lo que debes hacer para que Su palabra permanezca en ti es ponerla en práctica.

Tercer movimiento: Hazte otra pregunta: ¿Cómo puedo aplicar esto a mi vida?

1. Confiesa que haz creído en Jesús
2. Hazte el hábito de leer la Biblia y ponerla en práctica
3. Platica con Dios creyendo que vas a recibir lo que Él ha prometido

Ejemplo:

1. Haz una oración sencilla como esta, usando tus propias palabras: Señor Jesucristo, yo creo que tú eres el hijo de Dios y que moriste en la cruz para perdonar todos mis pecados. Creo que resucitaste y decido obedecer tu Palabra.
2. Si nunca has leído la Biblia te recomiendo que empieces por un evangelio escoge uno y lee porciones diariamente, y lo que vayas aprendiendo ponlo en práctica.
3. No dudes en platicar con Dios. Él cumple lo que promete.

Esta es una de las grandes promesas de Jesucristo. Sólo es cuestión de creerle.

Armando Carrasco Z

martes, 11 de mayo de 2010

Terapia 1

Terapia “No te equivoques”

Esta terapia es básica, está basada en Juan 22:29 que dice: “Jesús les contestó: Ustedes andan equivocados porque desconocen las escrituras y el poder de Dios.” (NVI)

Concepto central: Aprender a leer la Biblia y buscar una aplicación práctica en esta época.

Beneficios: Encontrar de manera sencilla soluciones para la vida diaria.

Primer movimiento: Busca un versículo de la Biblia.

Segundo movimiento: Hazte la siguiente pregunta: ¿creo en esto que dice la Biblia aquí?

Esto es clave ya que el poder de la Biblia se basa en creerle a Dios. No solo creer en Él. Muchos, pero muchos de muchos, creen en Dios. Pero muy pocos son los que le creen a Él. Esa es la diferencia.

Meditar en esto es el principio de esta terapia.

Tercer movimiento: Hazte otra pregunta: ¿Cómo puedo aplicar esto a mi vida?

A veces no ponemos en práctica algunos hábitos buenos, por la sencilla razón que no se han “estacionado” en nuestra mente. Son buenos consejos que no hemos “abrazado”. La mejor forma de hacerlo es meditar en cómo lo pondríamos en práctica.

Cuarto movimiento: Ponlo en práctica

Recordemos que Jesús mismo nos avisó que el poder de Su Palabra está en escuchar y hacer. Aprender y poner en práctica. Deja que tu mente se esfuerce por buscar maneras de poner en práctica el pasaje que elegiste.

Ejemplo:

Versículo elegido:

“Pedro se acercó a Jesús y le preguntó:—Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? 
—No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces —le contestó Jesús—.” Mateo 18:21-22

Segundo movimiento: ¿Le creo?
Respuesta: Sí, totalmente.
Tercer movimiento: ¿Cómo le puedo poner en práctica?
Respuesta: Voy a perdonar a mi vecino que tira la basura todos los viernes frente a mi casa, (Voy a hablar con él y voy a hacer todo de mi parte de tratar de convencer de manera decente que ya no lo haga) Pero mientras se convence decido perdonarlo cada vez que lo haga.
Cuarto movimiento: Perdonar

Este sencillo pero poderoso ejercicio hará que te habitues a encontrar de la manera de poner en práctica las enseñanzas de la Biblia.

Armando Carrasco Z

jueves, 6 de mayo de 2010

La Biblia, alta tecnología III

“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” He 4:12

Se dice que nuestra mente es lo único impenetrable, que es la parte más íntima del ser humano, ya que sólo uno mismo sabe lo que verdaderamente está pensando. No hay poder en la tierra que conozca los pensamientos de los hombres. No hay nadie que pueda lograrlo. Sólo la Biblia. Sólo la Palabra de Dios.

Por eso es que quedamos desnudos ante ella. No hay cómo escondernos. Quedamos tal como somos. Cuando empezamos a leer la Biblia nos damos cuenta que Dios sabe absolutamente todo. Incluyendo nuestros más profundos pensamientos.

No solamente eso, sino que los discierne. Discernir de acuerdo al diccionario de la real academia española es distinguir una cosa de otra, distinguir entre lo bueno y malo. En otras palabras la Biblia tiene la capacidad de conocer nuestros pensamientos y mostrarnos cuáles de ellos son buenos y cuáles de ellos son malos. Esta es una razón por la que a muchos no les gusta leer Su Palabra porque no les gusta que Dios les diga lo que está bien o lo que está mal. Pero también es la razón por la que millones de personas en todo el mundo y en toda la historia de la humanidad la han leído con pasión.

Pero no se queda allí. La Biblia también distingue las intenciones del corazón. Si los pensamientos es algo muy íntimo del ser humano, las intenciones son algo demasiado profundo dentro de cada uno de nosotros. Las intenciones es todo aquello que nos mueve a actuar o no actuar de determinada manera. La intención marca el lugar en dónde estamos. Marca el lugar donde estamos parados. La intención demuestra que es aquello en lo que verdaderamente crees y aquello por lo que estarías dispuesto a dar la vida.

La intención es la sustancia del hombre. Qué intentas hacer define quién eres y en quién crees. Creer en Dios cambia tus intenciones. Y tus intenciones marcan el rumbo de tu destino.

Hazte el valiente hábito de leer la Biblia. Atrévete a pasar por el escáner divino y déjate ser transformado por Su Palabra.

Armando Carrasco Z